Sabemos que la luna influye en todos y cada uno de los procesos de la naturaleza, siendo el ser
humano parte de ésta, incluso que ésta estabiliza el eje de rotación de la tierra indispensable para las
estaciones y sus manifestaciones en todos los seres vivos.
cuando nos alineamos conscientemente con el patrón rítmico de energía que fluye
cada luna llena cada cercade 28 días, nos convertimos en parte de un proceso meditativo planetario,
pues muchos más seres están realizando lo mismo en infinidad de lugares del mundo, como ocurre
en wesak, la luna llena de tauro, o la de la semana mayor de la iglesia católica, en la luna llena de aries,
donde millones de feligreses se convocan y oran por el bien mayor del planeta. Este hecho facilita
acceder a profundos estados y niveles de conciencia, lo que permite además de la experiencia gozosa
en sí, ser usar la mente como un canal para la recepción de las energías de la luz, el amor y la voluntad
al bien, y poder emplearlas en servicio a la comunidad, siendo participes de colaborar de manera
consciente con el Plan o Intención superior para nuestro planeta.
Recordemos que en todos los aspectos de nuestra vida planetaria hay ciclos de flujo y reflujo de
energías espirituales con las que los grupos, así como las personas, pueden cooperar conscientemente, siendo estos momentos de las fases de la luna llena uno de los mejores momentos para convertirse
en un canal de luz mucho más eficiente.