Sabemos que la luna influye en todos y cada uno de los procesos de la naturaleza, siendo el ser humano parte de ésta, incluso que ésta estabiliza el eje de rotación de la tierra indispensable para las estaciones y sus manifestaciones en todos los seres vivos.
Cuando nos alineamos conscientemente con el patrón rítmico de energía que fluye
cada luna nueva cada cercade 28 días, nos convertimos en parte de un proceso meditativo planetario,
pues muchos más seres están realizando lo mismo en infinidad de lugares del mundo, hecho que
facilita acceder a profundos estados y niveles de conciencia, lo que permite además de la experiencia
gozosa en sí, despertar un gran potencial creativo para anclar las semillas que allí se encuentran de
manera disponible, para ayudar a que al ser sembradas en otros seres sean el comienzo evidente de la
próxima civilización y los albores de una nueva cultura consciente, despierta e inclusiva.
Se obtuvieron 12 esencias de los momentos del paso de la luna por el lugar astronómico donde estaba el sol en ese periodo del año, durante cerca de 2 días y medio.